La despoblación rural es uno de los grandes retos de España: seis de cada diez municipios tienen ya menos de mil habitantes. Un estudio reciente analiza si la banda ancha puede ayudar a revertir esta tendencia. Con datos de más de 8.000 municipios recogidos entre 2013 y 2020 se concluye que el acceso a internet de alta velocidad impulsa el crecimiento poblacional, especialmente en el largo plazo, y tiene efectos positivos sobre el empleo, aunque más limitados y locales.
En las últimas décadas, gran parte de las zonas rurales de Europa han sufrido un continuo declive demográfico. España no es la excepción: mientras la población nacional ha crecido un 37% desde 1975, más del 60% de los municipios han perdido habitantes, especialmente los pequeños pueblos del interior. Hoy, más de 4.900 municipios —seis de cada diez ayuntamientos del país— tienen menos de mil residentes y apenas concentran un 3% de la población. Este fenómeno, conocido como la ‘España vaciada’, es resultado de un proceso de largo recorrido: la emigración masiva de jóvenes durante la industrialización de los años 50 y 60 redujo la natalidad y consolidó una dinámica de envejecimiento y despoblación que persiste hasta la actualidad.
Ante este panorama, la expansión de la banda ancha se ha convertido en una de las grandes esperanzas. Políticos, medios de comunicación y movimientos sociales en defensa del medio rural han señalado a la internet de alta velocidad como una posible palanca para revitalizar los pueblos. Pero ¿hasta qué punto la infraestructura digital puede cambiar las tendencias de población y empleo en estos territorios?
Modelos de econometría espacial
En un estudio reciente abordamos esta cuestión con un enfoque innovador. A partir de datos anuales de los 8.023 municipios españoles obtenidos entre 2013 y 2020, hemos analizado cómo la extensión de la banda ancha influye en la evolución demográfica y laboral local. Para evitar sesgos comunes en este tipo de investigaciones, hemos utilizado modelos de econometría espacial que permiten medir tanto los efectos directos dentro del propio municipio como los efectos indirectos o ‘desbordamientos’ (spillovers) hacia municipios vecinos.
Los resultados son reveladores. En el corto plazo, un aumento del 10 % en la proporción de hogares con acceso a banda ancha se ha traducido en un 0,15 % más de población y un 0,08 % más de empleo en los municipios. Aunque estos porcentajes parezcan modestos, su importancia radica en que revierten —aunque sea parcialmente— tendencias históricas de pérdida demográfica. A largo plazo, el efecto sobre el empleo se diluye y deja de ser significativo, pero el impacto sobre la población se multiplica: la misma mejora en el acceso a internet se asocia a un incremento del 0,79% en el número de habitantes de los municipios.
Efectos indirectos de la banda ancha
Además, los patrones espaciales muestran matices interesantes. Para el empleo, los beneficios son locales: se concentran en el propio municipio y no se extienden a los alrededores. En cambio, la población sí responde a dinámicas de mayor alcance: los municipios vecinos también se benefician, de modo que la expansión coordinada de la banda ancha genera efectos indirectos que superan a los directos.
El estudio confirma, por tanto, que la banda ancha es especialmente útil para frenar la despoblación rural, aunque su capacidad para impulsar el empleo sea más limitada y localizada. Estos hallazgos tienen claras implicaciones políticas. Las estrategias para reforzar la población deberían diseñarse a escala regional, fomentando despliegues simultáneos en redes de municipios. Por el contrario, las políticas de empleo digital deben centrarse en lo local, acompañando la conectividad con programas de emprendimiento, formación en competencias digitales y facilidades para el teletrabajo.
Un salvavidas para los municipios pequeños
En última instancia, la investigación sugiere que reducir la brecha digital entre campo y ciudad puede convertirse en un salvavidas para miles de pequeños municipios españoles. La clave está en entender que no basta con llevar internet a cada pueblo de forma aislada: se necesita una visión territorial integrada, capaz de aprovechar los efectos de red y coordinar inversiones. Solo así la digitalización podrá contribuir a un desarrollo más equilibrado del país, ofreciendo a la España rural nuevas oportunidades frente al reto de la despoblación.
Referencia:
González-Val, R., (2025). Impact of Broadband Access on Local Population and Employment: Evidence from Spain. Cities, 167, 106378. https://doi.org/10.1016/j.cities.2025.106378
Autor del artículo divulgativo:
Rafael González-Val
Universidad de Zaragoza & Institut d’Economia de Barcelona (IEB)
Fuente: Scientias
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