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Los filtros de belleza nos hacen parecer más inteligentes y felices

Una investigación liderada por la fundación ELLIS Alicante en colaboración con la Fundación Bruno Kessler (FBK), la Universidad de Alicante, la Universidad Politécnica de Cataluña y la Jaume I de Castellón ha analizado el sesgo conocido como el halo de atractivo (attractiveness halo effect) utilizando filtros de belleza basados en IA. El estudio revela que las mismas personas son percibidas no solo como más atractivas, sino también como más inteligentes, más confiables, más felices y más sociables después de aplicar el filtro.

Los sesgos cognitivos, estrategias del pensamiento que permiten juicios rápidos pero a veces incorrectos, impactan nuestra percepción, memoria y toma de decisiones. Aunque han sido aprovechados comercialmente para influir en el comportamiento humano en los casinos, la publicidad y las campañas de marketing en redes sociales, existe una oportunidad no explorada de fomentar una interacción más constructiva entre los sesgos cognitivos y los sistemas de inteligencia artificial (IA), pasando de la manipulación a la colaboración. Un primer paso en esta dirección es estudiar la existencia de sesgos cognitivos en la interacción entre las personas y la inteligencia artificial, incluyendo escenarios donde los humanos son «aumentados» mediante algoritmos de IA, como es el caso de los filtros de belleza.

Los filtros de belleza son una herramienta muy popular que emplean técnicas de IA para embellecer los selfies que subimos a las redes sociales. Con millones de usuarios en todo el mundo, estos filtros impactan profundamente la autopresentación, planteando interrogantes sobre la autenticidad, la autoestima, la salud mental, la diversidad e incluso el racismo.

En este estudio, analizamos el impacto de los filtros de belleza en el efecto llamado el «halo de atractivo», un sesgo cognitivo que asocia atributos positivos, como la inteligencia y la honestidad, a personas que son percibidas como atractivas. Seleccionamos una muestra equilibrada en género, raza y edad de 462 imágenes de caras de personas provenientes de las bases de datos Chicago Faces Database y FACES. Estas imágenes presentan a personas con expresiones neutrales y fondos uniformes para minimizar factores externos. Aplicamos a estas caras un filtro de belleza ampliamente usado en redes sociales, creando las imágenes embellecidas a partir del conjunto original de imágenes. Reclutamos 2.748 participantes para juzgar las imágenes en una escala de 7 puntos en términos del atractivo, la inteligencia, confianza, sociabilidad y felicidad. Cada imagen fue evaluada por al menos 25 participantes, garantizando diversidad y minimizando sesgos.

Principales hallazgos del estudio

Los resultados del análisis muestran cómo los filtros de belleza aumentan la percepción de atractivo y también de otros rasgos. Casi todas las imágenes embellecidas fueron percibidas como más atractivas, con aumentos significativos además en inteligencia, confianza, felicidad y sociabilidad. Es decir, la misma persona, no solo fue en términos generales percibida como más atractiva, sino también como más inteligente, sociable, confiable y feliz después de aplicar un filtro de belleza.

El estudio también evidencia que el género, la edad y el atractivo inicial importan, pero no la etnicidad. Las mujeres fueron percibidas como significativamente más atractivas que los hombres, y las personas jóvenes más que las mayores. Sin embargo, los filtros beneficiaron más a las personas de mediana edad y aquellas con menores niveles iniciales de atractivo. La etnicidad no influyó en los resultados.

Por otro lado, los filtros reducen parcialmente el efecto halo de atractivo. Para atributos como inteligencia y confianza, los filtros muestran un efecto de saturación, debilitando el impacto del atractivo en estas percepciones. Sin embargo, no ocurre lo mismo con sociabilidad y felicidad.

Por último, hemos observado que los filtros exacerban estereotipos de género. A pesar de ser percibidas como más atractivas, las mujeres fueron juzgadas como menos inteligentes que los hombres. Este estereotipo se intensifica con los filtros, ampliando la brecha de percepción de inteligencia entre géneros.

Implicaciones éticas

Los resultados de este pionero estudio reflejan preocupantes estereotipos de género y sesgos sociales exacerbados por los filtros de belleza. También muestran cómo estas herramientas pueden influir en la toma de decisiones sin que los usuarios sean conscientes. Aunque los filtros tienen potencial para moderar ciertos sesgos, su uso plantea preguntas sobre autenticidad, honestidad y transparencia. Este trabajo subraya la compleja interacción entre tecnología, percepciones sociales y ética, destacando la necesidad de mayor transparencia en el diseño y aplicación de herramientas digitales.

Referencia:

Gulati Aditya, Martínez-Garcia Marina, Fernández Daniel, Lozano Miguel Angel, Lepri Bruno and Oliver Nuria 2024, What is beautiful is still good: the attractiveness halo effect in the era of beauty filters R. Soc. Open Sci. 11240882 DOI:10.1098/rsos.240882


Autores del artículo divulgativo:

Nuria Oliver (ELLIS Alicante), Aditya Gulati (ELLIS Alicante), Marina Martinez-Garcia (Universitat Jaume I de Castellon, Daniel Fernandez (Universitat Politècnica de Catalunya), Miguel Angel Lozano (Universidad de Alicante), Bruno Lepri (FBK)

Fuente: Scientias

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