Investigadoras de la Universitat Politècnica de València han diseñado un andador robótico avanzado que se ajusta al paso y a las necesidades de cada persona, lo que proporciona una mayor seguridad y confianza para los usuarios de edad avanzada.
Muchas personas mayores dejan de caminar por la calle, a pesar de poseer la fuerza física necesaria para ello. A menudo el problema no tiene su origen en las limitaciones físicas, sino más bien en el miedo generalizado que tienen a caerse. Sin embargo, preservar la movilidad a edades avanzadas es importante para mantener la autonomía, fomentar un estilo de vida activo y garantizar una buena calidad de vida.
Considerando en esta necesidad, un equipo de investigadoras de la Universitat Politècnica de València hemos diseñado un andador robótico avanzado que se ajusta al paso de cada persona, lo que proporciona una mayor seguridad y confianza.
Un andador que entiende cómo caminas
A simple vista, el dispositivo se parece a un andador convencional, pero se han incorporado sensores, baterías, dispositivos electrónicos y ruedas motorizadas, que permiten detectar cómo se mueve la persona: si acelera o reduce el paso de la marcha, si se detiene, gira, cambia de dirección o incluso si pierde el equilibrio. El sistema hace uso de diferentes tipos de sensores (inerciales y de tiempo de vuelo) que facilitan la identificación de la dirección del cuerpo y de la distancia a la que se encuentran las piernas de la persona con respecto del andador.
Con toda esta información, analizada de forma contínua, el andador interpreta con precisión los movimientos del usuario para ajustarse a ellos y a su ritmo, de modo que le acompaña con fluidez y sin retrasos ni tirones. De este modo, caminar resulta más cómodo y seguro. La persona no siente que empuja un peso extra por las baterías, ni que el dispositivo tira de ella por los motores de las ruedas.
Si bien en los andadores tradicionales el usuario debe adaptarse al dispositivo (frenar, tirar o empujar cuando el terreno cambia o cuando se necesita girar), en este nuevo modelo ocurre lo contrario. El andador se adapta a la persona facilitando un movimiento más natural, cómodo y seguro según los sensores van detectando los movimientos del usuario. Por ejemplo, si la persona empieza a girar, el dispositivo suaviza la trayectoria, de modo que la rueda sobre la que se gira lo hace a menor velocidad que la rueda exterior. Si el anciano frena de repente, el andador responde sin tirones. Y si detecta inestabilidad, puede activar funciones de seguridad.
Puesta a prueba
Para comprobar que el sistema funciona bien en movimiento, nuestro equipo de investigación llevó a cabo un estudio experimental cuyos resultados han sido publicados recientemente en la revista científica Sensors. En las pruebas participaron cinco personas adultas que caminaron en distintas situaciones para evaluar cómo respondía el andador: en línea recta, girando, cambiando de ritmo o deteniéndose de forma repentina.
Durante estos trayectos, el andador demostró una alta capacidad de sincronización con los movimientos reales del usuario. Acompañaba la cadencia del paso de la persona al caminar y se ajustaba con soltura en los giros o al cambiar de dirección.
Una marcha personalizada: cada persona camina distinto
Uno de los aspectos más relevantes del estudio fue comprobar que el sistema es capaz de identificar las diferencias en la forma de caminar de cada individuo. Aunque pueda parecer algo simple, cada persona tiene su estilo: unos dan pasos más largos, otros más cortos; algunos mueven más el tronco mientras que otros se desequilibran al girar.
Para entender mejor estos estilos, analizamos los datos registrados por los sensores del andador y vimos que el sistema podía reconocer variaciones entre usuarios y ajustar su comportamiento en consecuencia. Esto es especialmente útil en personas mayores o con problemas neurológicos, ya que su forma de andar puede cambiar mucho con el tiempo. A diferencia de otros modelos, el dispositivo permite introducir mejoras a medida que evolucionan las necesidades del usuario y se adapta con flexibilidad sin imponerle cómo debe andar. Poder adaptar el andador a todas esas diferencias permite ofrecer una ayuda más ajustada a cada necesidad real.
Más seguridad para mantener la movilidad
Muchas personas mayores dejan de caminar por miedo a sufrir una caída, no por falta de capacidad física. Ese temor limita sus desplazamientos y afecta a su calidad de vida.
El andador desarrollado en este proyecto ofrece una solución más ajustada a esa realidad, ya que junto al objetivo de proporcionar apoyo físico también ofrece mayor confianza al moverse. Además, puede incorporar funciones adicionales, como frenos automáticos, alertas ante desequilibrios o señales acústicas (timbres), que mejoran la seguridad y la orientación, especialmente en situaciones de riesgo.
De este modo, al mejorar las medidas de seguridad, el andador permite a las personas mayores continuar con sus actividades diarias y facilita su participación activa en la vida cultural y en las actividades de su entorno social, con un claro impacto positivo en su bienestar emocional.
Evaluar el funcionamiento en condiciones reales
Tras las primeras pruebas técnicas, el siguiente paso será evaluar y validar su funcionamiento en condiciones reales, como pueden ser casas particulares, residencias y calles con bordillos y superficies irregulares. También seguimos trabajando en aspectos prácticos, como mejorar la ergonomía, simplificar su manejo y aumentar la autonomía energética, con la vista puesta en su futura comercialización.
Este proyecto representa un paso hacia una tecnología de asistencia a la movilidad que no pretende sustituir el movimiento de las personas mayores, sino acompañarlas y facilitarles ese movimiento para que salir a andar o a realizar cualquier actividad cotidiana siga siendo parte de su vida.
Referencia
Dunai, L., Seguí Verdú, I., et al. (2025). Evaluating Robotic Walker Performance: Stability, Responsiveness, and Accuracy in User Movement Detection. Sensors, 25(11), 3428. https://doi.org/10.3390/s25113428
Autoras del artículo divulgativo:
Isabel Seguí Verdú y Larisa Dunai
Universitat Politècnica de València (UPV)
Fuente: Scientias
Artículo bajo licencia Creative Commons – Atribución (CC BY 4.0). Este artículo puede ser reproducido íntegramente siempre y cuando vaya firmado por los autores y se acredite SCIENTIAS como fuente, incluyendo el enlace a nuestra página.
