Una investigación liderada por las universidades de Oviedo y Salamanca revela que solo el 2% de los ejemplares analizados superan los límites legales europeos en plomo, mientras que ninguno lo hace en cadmio o mercurio. El análisis detecta también que el 17% de las muestras presentaban problemas por etiquetas ambiguas o incoherentes con respecto a la región de origen de los ejemplares.
Los salmónidos vendidos en los supermercados del norte de España pueden considerarse seguros para el consumo humano