Persona pesándose en una balanza

La semaglutida es eficaz para el control del peso en la menopausia

La semaglutida ha demostrado ser un fármaco eficaz en el tratamiento de la obesidad, pero hasta ahora se desconocía si su efectividad en mujeres menopáusicas es equiparable a la de mujeres en edad fértil. Un estudio reciente ha evaluado su eficacia en 100 mujeres con obesidad, comparando los resultados entre aquellas en edad fértil y aquellas en la postmenopausia. Tras cuatro meses de tratamiento, ambos grupos experimentaron una reducción significativa de peso y de grasa corporal, sin diferencias significativas entre ellos.

La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que conlleva cambios hormonales significativos. Entre las alteraciones que más preocupan está el aumento de peso y la redistribución de la grasa corporal, con una mayor acumulación en la zona abdominal. Estas modificaciones no solo afectan la apariencia física, sino que también incrementan el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.

En la búsqueda de estrategias efectivas para el control del peso durante esta etapa, los análogos de la hormona GLP-1, como la semaglutida, han emergido como una opción prometedora. El objetivo de nuestro estudio ha sido comparar la efectividad de la semaglutida en mujeres menopáusicas y en mujeres en edad fértil.

La semaglutida reduce el hambre y aumenta la saciedad

La semaglutida es un medicamento perteneciente a la familia de los agonistas de la hormona GLP-1. Su mecanismo de acción incluye la regulación del apetito, ya que actúa en el hipotálamo para reducir la sensación de hambre y aumentar la saciedad, reduciéndose la ingesta de calorías. También modula la recompensa alimentaria, reduciendo la respuesta del sistema de recompensa del cerebro frente a los alimentos altamente calóricos y disminuyendo el deseo de comer por razones emocionales (tristeza, estrés, aburrimiento, etc). Y también provoca un retraso del vaciamiento gástrico, ya que contribuye a prolongar la sensación de plenitud después de las comidas.

Estos efectos han sido ampliamente estudiados en la población general con obesidad, pero la evidencia específica en mujeres menopáusicas es más limitada. En un estudio reciente publicado en Metabolic Syndrome and Related Disorders hemos analizado la efectividad de la semaglutida en 100 mujeres con obesidad, dividiéndolas en dos grupos: premenopáusicas y postmenopáusicas. Todas ellas recibieron una dosis de 1 mg de semaglutida semanalmente durante cuatro meses, junto con recomendaciones de cambios en el estilo de vida.

Diferencias de peso al inicio del estudio

Las mujeres participantes en el estudio tenían diferencias al inicio del estudio en cuanto a su peso y composición corporal, según si eran premenopáusicas o postmenopáusicas. Las mujeres menopáusicas tenían un peso promedio de 95 kg, mientras que las premenopáusicas pesaban en promedio 86.4 kg. El índice de masa corporal (IMC) también era mayor en el grupo de mujeres postmenopáusicas (35.9 kg por metro cuadrado frente a 32.9 kg por metro cuadrado de las premenopáusicas).

En cuanto a la masa de grasa total, ésta era significativamente más alta en el grupo de mujeres menopáusicas (45.2 kg frente a 38.2  kg), lo que confirma la tendencia al aumento y la redistribución de la masa grasa corporal en esta etapa.

Después de cuatro meses de tratamiento observamos una pérdida de peso similar en ambos grupos: 5.9 kg (un 5.8 % del peso total) en mujeres menopáusicas y 4.5 kg  (un 5.1 % del total) en premenopáusicas. La pérdida de grasa también fue similar: 4.1 kg en postmenopáusicas y 3.1 kg en premenopáusicas. Y la reducción en masa magra fue mínima en ambos grupos, lo que confirma la seguridad del fármaco en cuanto al riesgo de pérdida de masa magra en mujeres de mayor edad y en la etapa de la menopausia.

Buena tolerancia y adherencia al tratamiento

Aunque el tratamiento provocó algunos efectos adversos gastrointestinales (náuseas, vómitos, estreñimiento, etc), éstos fueron de intensidad leve a moderada y al inicio del tratamiento, soliendo mejorar significativamente y remitir al mes, especialmente con un escalado de dosis adecuado. En nuestro estudio no se observaron diferencias en los efectos adversos entre ambos grupos. Además, la tasa de abandono fue baja, lo que sugiere que la semaglutida es bien tolerada en general y en mujeres menopáusicas en particular, y que las pacientes encontraron beneficios suficientes como para continuar con la medicación

Los resultados del estudio sugieren que la semaglutida es una herramienta eficaz para la pérdida de peso en mujeres menopáusicas, a pesar de las diferencias iniciales en composición corporal con respecto a las mujeres en edad fértil. Este hallazgo es relevante, ya que la menopausia suele asociarse con una mayor resistencia a la pérdida de peso debido a cambios metabólicos, hormonales y del estilo de vida.

Preservación de la masa magra

Una de las principales preocupaciones en la pérdida de peso en la menopausia es la preservación de la masa magra. La reducción de estrógenos contribuye a la sarcopenia, o pérdida de masa y función muscular, por lo que cualquier intervención para la pérdida de peso debe considerar este aspecto. En este estudio, la semaglutida no produjo una pérdida significativa de masa magra, lo que la convierte en una opción atractiva en comparación con estrategias más restrictivas. Hay que tener en cuenta que, además de iniciar tratamiento con semaglutida, a estas mujeres se les prescribió un plan nutricional con un déficit de unas 500 calorías diarias así como la prescripción de realizar más de 150 minutos de ejercicio a la semana, favoreciendo el ejercicio de fuerza.

Reducción del riesgo cardiovascular

Desde un punto de vista clínico, estos hallazgos refuerzan la necesidad de considerar tratamientos farmacológicos en la menopausia, no solo para la pérdida de peso y su beneficio en aspectos psicológicos como la autoestima, importante en esta etapa de cambios en la mujer, sino también para la reducción del riesgo cardiovascular. La semaglutida ha demostrado mejorar otros factores metabólicos, como la resistencia a la insulina, lo que podría tener un impacto positivo en la salud general de las mujeres en esta etapa de la vida. Además, la semaglutida ha demostrado una disminución de hasta el 20% de presentar eventos cardiovasculares (infarto agudo de miocardio, ictus o muerte por causas cardiovasculares) en pacientes con obesidad que habían tenido algún evento cardiovascular previo. Este beneficio no puede justificarse solo por la pérdida de peso y la mejoría de otros factores de riesgo cardiovascular, por lo que se sugieren otros efectos beneficiosos de estos fármacos aún poco conocidos, como el antitinflamatorio.

Implicaciones clínicas

Estos hallazgos son de gran relevancia clínica, ya que muchas mujeres tras la menopausia encuentran dificultades adicionales para perder peso debido a la disminución de estrógenos y la ralentización del metabolismo. Que la semaglutida funcione de manera similar en esta población refuerza su potencial como tratamiento para la obesidad en la menopausia. Además, como hemos comentado, la semaglutida podría desempeñar un papel crucial no solo en la reducción del peso, sino también en la prevención de enfermedades cardiovasculares, dado el alto riesgo cardiovascular en esta etapa.

Más aún, en el momento en que se llevó a cabo el presente estudio, la indicación de semaglutida estaba limitada a personas con diabetes tipo 2 y obesidad, en donde la dosis máxima de este fármaco es 1mg a la semana. Desde mayo de 2024, la semaglutida está aprobada para ser administrada a personas con sobrepeso y complicaciones asociadas a este aumento de adiposidad, así como a personas con obesidad, con dosis que pueden llegar a 2.4 mg a la semana, por lo que, en caso de ser necesario, se podría aumentar la dosis, con un efecto mayor sobre la pérdida ponderal.

Plan nutricional y actividad física

Es sumamente importante tener en cuenta que la semaglutida y en general cualquier fármaco indicado para la pérdida de peso debe complementarse con un plan nutricional equilibrado y una actividad física regular, siendo especialmente importantes en la mujer menopáusica los ejercicios de fuerza, a fin de preservar la masa magra, ya que es lo primero que se pierde ya a partir de los cuatro o cinco años previos a la menopausia. Ésta se sustituye por masa grasa, con todas la implicaciones metabólicas, mecánicas y psicológicas que conlleva. Del mismo modo hay que entender que la obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial. Cuando se empieza un tratamiento farmacológico, desafortunadamente no se está incidiendo de forma directa sobre la causa o las causas de la enfermedad, sino que se trata un síntoma, como es el hambre en este caso. El tratamiento con semaglutida no es un tratamiento curativo, pero dados los beneficios anteriormente comentados, ejerce un efecto motivador.

Herramienta eficaz, segura y bien tolerada

El control del peso en la menopausia es un desafío, pero la semaglutida ha demostrado ser una herramienta eficaz, segura y bien tolerada. Su capacidad para reducir el peso y la grasa corporal sin afectar la masa magra ofrece una nueva esperanza para las mujeres que buscan mejorar su salud en esta etapa de la vida. Con más investigaciones en curso, es posible que en el futuro se amplíe su uso y se convierta en una opción estándar en el tratamiento de la obesidad durante la menopausia.

Para aquellas mujeres que han luchado con el aumento de peso en la menopausia, la semaglutida representa una opción innovadora que podría ayudar a transformar su bienestar y calidad de vida.

Referencia:

Joana Nicolau, Jorge Blanco-Anesto, Aina Bonet, Juan José Félix-Jaume, and Apolonia Gil-Palmer, Effectiveness of Low Doses of Semaglutide on Weight Loss and Body Composition Among Women in Their Menopause. Metab Syndr Relat Disord. 2025 Feb;23(1):70-76. doi: 10.1089/met.2024.0124. Epub 2025 Jan 6.


Autores del artículo divulgativo:

Joana Nicolau-Ramis
Servicio de Endocrinología y Nutrición
Hospital Universitario Son Llàtzer
Clínica Quirón Rotger, Palma de Mallorca

Jorge Blanco-Anesto
Nutriclinic. Clínica de Nutrición y Metabolismo, Palma de Mallorca

Aina Bonet-Manresa y Apolonia Gil-Palmer
Servicio de Endocrinología y Nutrición
Clínica Quirón Rotger, Palma de Mallorca

Juan José Félix-Jaume
Servicio de Endocrinología y Nutrición
Hospital Universitario Son Llàtzer, Palma de Mallorca

Fuente: Scientias

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