El reto de adaptar la inteligencia emocional al mundo virtual

Una sonrisa, un gesto o un tono de voz son claves para conectar con los demás en un equipo presencial. Pero ¿qué pasa cuando esas señales se diluyen entre píxeles, cuando la relación es virtual? Resultados recientes revelan que la inteligencia emocional de los equipos es más fuerte en persona y más frágil en el mundo digital, sobre todo en los chats escritos. Por eso, además de potenciar las competencias digitales, para colaborar con éxito es necesario desarrollar una inteligencia emocional adaptada al mundo virtual.

Cuando trabajamos en equipo cara a cara, una sonrisa, un gesto o un cambio en el tono de voz nos dan pistas sobre cómo se sienten los demás. Esa información aparentemente invisible nos ayuda a conectar mejor con los demás, a resolver malentendidos y a colaborar con más fluidez.

Eso es, en esencia, la inteligencia emocional de un equipo: la capacidad de reconocer y gestionar emociones propias y ajenas para que el trabajo conjunto funcione mejor.

Pero ¿qué ocurre cuando un equipo se comunica por videollamada o por chat escrito? Muchas de esas señales desaparecen o se diluyen entre píxeles, y eso empeora nuestra forma de entendernos con los miembros del equipo.

Inteligencia emocional

Con esta idea en mente, desde nuestro grupo de investigación de la UIB hemos analizado cómo se percibe la inteligencia emocional en distintos escenarios: cuando se colabora en persona, cuando la interacción es mediante videollamadas y en el caso de una comunicación únicamente por escrito.

Pedimos a 152 estudiantes universitarios de ambos sexos que evaluaran su capacidad para reconocer y manejar las emociones propias y las del equipo en esas tres situaciones. Los resultados fueron claros: los participantes mostraron más facilidad para reconocer y regular emociones cuando la colaboración del equipo es en persona, cara a cara. Esa capacidad disminuye en videollamadas, y se debilita aún más cuando la comunicación es por escrito. Sin gestos ni tono de voz, las emociones son mucho más difíciles de leer y de manejar.

El efecto de las competencias digitales

También quisimos comprobar si el nivel de competencias digitales de comunicación y colaboración tenía algún efecto. Es decir, si quienes se sentían más hábiles usando herramientas digitales para coordinarse, compartir información o conversar online lograban también manejar mejor las emociones en un equipo virtual.

La respuesta fue sorprendente: no vimos grandes diferencias. Tener más competencias digitales no garantiza una mejor inteligencia emocional en entornos virtuales.

Adaptar la inteligencia emocional

Esto nos lleva a una conclusión clave: además de potenciar las competencias digitales, necesitamos desarrollar una inteligencia emocional adaptada al mundo virtual.

No basta con trasladar al mundo virtual lo que funciona en persona, porque las pantallas cambian las reglas. Que los miembros de un equipo tengan inteligencia emocional en reuniones presenciales no garantiza que sean capaces de utilizarla en entornos virtuales. Hay que aprender, por ejemplo, a interpretar silencios en una videollamada, a empatizar en un chat escrito o a regular nuestras emociones cuando la comunicación no es inmediata. Esta es una faceta que se debe trabajar para tener equipos virtuales satisfactorios y productivos.

Nuestro estudio demuestra que el desafío de los equipos virtuales no es solo tecnológico, sino también humano. El futuro del trabajo y del aprendizaje requiere cuidar no solo cómo usamos las herramientas digitales, sino también cómo mantenemos la conexión emocional entre quienes formamos parte de un mismo equipo.

Fuentes de financiación:

Instituto de Investigación e Innovación Educativa [IRIE]. (2022–2024). Proyecto de innovación docente [PID222438]. Evaluación y mejora de las Competencias Digitales del alumnado de la UIB. Financiado por el IRIE. Universitat de les Illes Balears.

Ministerio de Universidades. (2022–2024). Programa de ayudas para la recualificación del sistema universitario español [MS21-129]. TeamApp para equipos de trabajo felices y productivos en la década Digital. Financiado por el Gobierno de España y por la Unión Europea – NextGenerationEU.

Referencia:

Montañez-Juan, M., Forteza-Domenici, C., García-Buades, M. E., Blahopoulou, J., & Ortiz-Bonnin, S. (2025). Virtual handshakes: team emotional intelligence and digital competences in virtual settings. Behaviour & Information Technology, 44(14), 3501–3513. https://doi.org/10.1080/0144929X.2025.2535740


Autoras del artículo divulgativo:

Maribel Montañez-Juan, M. Esther García-Buades
I+RhETOS – Investigación Psicosocial en Trabajo, Recursos Humanos y Educación.
Departamento de Psicología. Universitat de les Illes Balears.

Claudia Forteza-Domenici
Estudiante del Grado en Psicología. Universitat de les Illes Balears

Fuente: Scientias

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