En los últimos años, los aceites vegetales ozonizados han despertado un creciente interés en distintos campos como la medicina, la cosmética y, más recientemente, la industria alimentaria. Aunque su nombre pueda sonar complejo, estos productos son el resultado de un proceso bastante simple: la reacción entre el ozono y los aceites obtenidos de vegetales como el olivo, el girasol o el coco. Investigadoras de la Universidad Pública de Navarra han analizado a fondo sus efectos y explican en este artículo qué los hace tan especiales y por qué están atrayendo la atención de científicos, médicos y de la industria alimentaria.
El ozono es un pariente del oxígeno. Éste forma parte del aire que respiramos y, químicamente hablando, es un gas cuyas moléculas tienen dos átomos de oxígeno, mientras que las moléculas del gas ozono están formadas por tres átomos de oxígeno. Ese átomo extra hace que el ozono sea un potente desinfectante, aunque también muy inestable.
Aceites vegetales ozonizados
Los aceites vegetales ozonizados se obtienen al burbujear el gas ozono dentro del aceite durante un tiempo determinado. El ozono queda atrapado dentro del aceite en pequeñas burbujas. Se trata de un proceso que puede variar en duración e intensidad según el tipo de aceite y el uso final que se le quiera dar. El producto final es un aceite con un olor característico (metálico o rancio), más denso y más viscoso que el aceite original. Aunque a primera vista no parecen propiedades muy atractivas, esconden un gran potencial terapéutico y tecnológico.
Propiedades antimicrobianas y cicatrizantes
Una de las cualidades más estudiadas de los aceites ozonizados es su actividad antimicrobiana. Diversos estudios han demostrado que estos aceites son capaces de matar bacterias y hongos. Por ello, han sido utilizados con éxito en el tratamiento de infecciones de la piel, heridas crónicas, úlceras y enfermedades de las encías.
Además, presentan una notable capacidad cicatrizante, ya que estimulan la regeneración celular y favorecen la recuperación de tejidos dañados. En cosmética, esta propiedad se aprovecha en cremas y ungüentos para tratar el acné, la dermatitis o simplemente para mejorar la textura y la salud de la piel.
Aplicaciones en la industria alimentaria
Aunque su uso en medicina y cosmética está más consolidado, el interés por los aceites ozonizados en el ámbito alimentario ha crecido en la última década. A diferencia de los aceites convencionales, que pueden enranciarse con facilidad, los ozonizados son más estables y pueden resistir mejor el paso del tiempo y las condiciones adversas, lo que los convierte en buenos candidatos para la conservación de alimentos. En estudios recientes se ha observado que, al incorporarse a alimentos como carnes, estos aceites pueden prolongar la duración del producto sin necesidad de conservantes artificiales.
Esto representa una ventaja importante para el consumidor, ya que exige productos más naturales y seguros. Además, su acción antimicrobiana puede reducir la presencia de bacterias que causan enfermedades, mejorando la seguridad de los alimentos.
En nuestros laboratorios de la Universidad Pública de Navarra hemos realizado la primera investigación exhaustiva sobre los efectos de una amplia gama de duraciones de exposición al ozono sobre las propiedades fisicoquímicas y la actividad antimicrobiana tanto del aceite de oliva virgen como del aceite de orujo de oliva, junto con un análisis estadístico exhaustivo de la correlación entre la dosis de ozono y esta actividad.
Nuestros resultados sugieren que dosis moderadas de ozono son suficientes para una actividad antimicrobiana efectiva y ponen de manifiesto el potencial de los aceites de oliva ozonizados para nuevas aplicaciones en la industria alimentaria.
Otro enfoque en investigación es su uso en la formulación de recubrimientos comestibles (como una segunda piel) para frutas y verduras, o como parte de envases que liberan sustancias que matan los microbios de forma controlada.
La seguridad de los aceites ozonizados depende del grado de ozonización y del uso previsto. En aplicaciones médicas y cosméticas, se han utilizado con buenos resultados y sin efectos adversos cuando se aplican correctamente. En alimentación, su uso aún está en fase de estudio, y se requiere una evaluación rigurosa de su toxicidad, así como regulaciones claras para poderlos incluir en productos comerciales.
Un futuro prometedor
A medida que se profundiza en su estudio, y se establecen leyes adecuadas para su control, es probable que los encontremos con más frecuencia en nuestros botiquines, cosméticos e incluso en nuestra despensa. Como ocurre con muchas tecnologías, su éxito dependerá de una combinación de investigación rigurosa, transparencia y uso responsable.
Referencia
Este trabajo de investigación ha contado con el apoyo financiero del Gobierno de Navarra (España) en el marco del proyecto PROMETEA (0011-1411-2022-000024).
Paula Dominguez Lacueva, Paula Corella Guillamón & María J. Cantalejo‐Díez, Effects of Ozonation on the Physicochemical Properties and Antimicrobial Activity of Virgin and Pomace Olive Oils. Journal of Food Science Volume 90, Issue 5 (2025) DOI: 10.1111/1750-3841.70279
Autores del artículo divulgativo:
María J. Cantalejo Díez* y Paula Domínguez Lacueva
*Investigadora Principal UPNA del Proyecto PROMETEA
Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y Biociencias
Departamento Agronomía, Biotecnología y Alimentación
Universidad Pública de Navarra (UPNA)
Fuente: Scientias
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