Las obras costeras deben resistir el embate del mar durante décadas. Pero bajo la superficie, el terreno donde se asientan puede moverse, hundirse o desplazarse lentamente, comprometiendo su estabilidad. Hasta ahora, analizar estos movimientos requería sistemas de monitorización caros y complejos. Un nuevo estudio liderado por investigadores de la Universidad de Cádiz propone una alternativa mucho más económica y precisa para seguir el asentamiento de los bloques que forman estas estructuras, utilizando herramientas accesibles y técnicas sencillas, sin renunciar al rigor científico.
Un método de bajo coste permite estudiar el hundimiento de estructuras costeras